“Esclavas del Poder” es un libro que si lo lees entero, lo más probable es que cambie para siempre tu visión de ciertos temas con los que se roza uno en mayor o menor medida a diario, como son la pornografía o la prostitución.
En todos los quioscos venden pornografía. En muchas cadenas de televisión emiten películas pornográficas a partir de medianoche. Y es algo que todos conocemos y que en algún momento o nos hemos topado con ello o directamente hemos consumido sin pensar demasiado qué hay detrás de esas imágenes.
Eso, por no hablar de los y las clientes, habituales o esporádicos, del sexo de pago.
“Esclavas del poder” está escrito con la cabeza fría de Lydia Cacho, una periodista valiente, capaz, íntegra, fuerte, un ejemplo de feminismo y lucha, que arriesga su vida para ayudar a otras mujeres a salir adelante cuando la vida les da la espalda.
En este libro vamos a recorrer el oscuro y repulsivo camino de la trata y esclavitud de mujeres y niñas a lo largo del planeta. Estómago de acero y pañuelos para secarnos las lágrimas serán aliados para poder adentrarnos en las tramas de corrupción y absoluto desprecio por la vida ajena de aquellos que por dinero no dudan en destruir la infancia de niños y niñas para el solaz de adultos pervertidos. Mujeres que responden a falsas ofertas de trabajo que las llevan directas a prostíbulos en países que les son extraños y son tratadas como esclavas, engañadas, maltratadas, abusadas. Mujeres que movidas por la desesperación aceptan ser vendidas y traficadas cual ganado destinado a consumo humano.
Niñas vendidas por sus propias familias en Filipinas, la India, o Tailandia. Niños robados. Mujeres secuestradas. Amenazadas con matar a sus familias si no obedecen. Y mientras, gobiernos de todo el mundo amparando a los proxenetas, a los traficantes. Multando a las mujeres que trabajan como sexoservidoras pero exculpando al cliente como si no fuera con él. Políticos que se enriquecen al amparo de su poder mientras regentan lupanares en secreto.
Lydia Cacho, con su energía incesante y su ansia por llegar al fondo de las cosas, indaga desde la base para ir tirando del hilo y llegar hasta las más altas cúpulas, principales beneficiarios de un negocio en el que casi siempre, los únicos seres libres son todos menos las “herramientas de trabajo”, las mujeres y los niños, sometidos y esclavizados, pero imprescindibles para generar dinero a espuertas.
Lydia Cacho es una periodista referente fundamental para cualquier lectura de investigación sobre estos delicados y tristísimos temas, por su audacia e inteligencia, y su defensa febril de los derechos humanos y las libertades de las mujeres y niños explotados en todo el orbe. El primer paso para luchar es saber. Y Lydia Cacho nos abre los ojos a un mundo brutal que está mucho más cerca nuestro de lo que nunca pensamos.
En la portada de una revista pornográfica del quiosco de debajo de casa, sin ir más lejos.